La crisis de las tintorerías japonesas

Las causas por las que fueron bajando sus persianas son varias, una de ellas son los cambios de hábito en la vestimenta, ya no es común usar prendas que requieran cuidados tan especiales.

En la década del 60, tras una importante oleada de inmigrantes japoneses, hubo una fuerte apertura de tintorerías comandadas por ellos. Sabían el oficio a la perfección, conocían la maquinaria y era un trabajo en el cual no necesitaban manejar el idioma; hacían bien su trabajo y con eso era suficiente. En esos años llegó a haber 2000 en Buenos Aires, en la actualidad quedan solo 200.

Las causas por las que fueron bajando sus persianas son varias, una de ellas son los cambios de hábito en la vestimenta, ya no es común usar prendas que requieran cuidados tan especiales, y otra, más importante, es que al ser un trabajo que iba pasando de generación en generación, los herederos de estos inmigrantes, ya asentados, en su mayoría decidieron tomar nuevos rumbos, nuevas carreras, nuevas profesiones y así elegir otros caminos. Por lo que empezó a coartarse el “paso de mando” y es por esta razón que las que quedan son las que resisten, y en su mayoría creen que cuando decidan retirarse, será bajando definitivamente la persiana de su local.

Para conocer esta situación hablamos con Omar, dueño de la tintorería “Sol de Tokio”, que su mamá la creó hace 60 años, y desde hace 47 él la comanda y con Daniel, dueño de “Tintorería Japonesa”, que heredó el negocio de su padre que lo arrancó hace 60 años y el cual ahora dirige.