El Gobierno sancionará a los gremios aeronáuticos que paralizaron vuelos
Una medida gremial en rechazo de la política aerocomercial del Gobierno paralizó ayer el aeropuerto de Ezeiza y aeroparque y provocó un fuerte cruce entre los sindicatos y el ministro de Transporte,Guillermo Dietrich . Desde la Casa Rosada atribuyeron la protesta a fines electorales y vincularon a los dirigentes gremiales con el kirchnerismo.
Las demoras y cancelaciones afectaron a más de 50 vuelos de Latam, Andes y Aerolíneas Argentinas, y hubo unos 5000 pasajeros perjudicados. Los gremios consideran que peligran sus puestos de trabajo y admiten que un paro es inminente. Para el Gobierno, el motivo del reclamo es político y de tinte electoral.
Entre las 5 y las 10 de la mañana de ayer, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que conduce Juan Pablo Brey, realizaron asambleas que afectaron el normal funcionamiento de los vuelos.
El lunes pasado, siete gremios del sector emitieron un comunicado que anticipaba el conflicto. Allí se declaraban “en estado de movilización y alerta” e indicaban que implementarían medidas de fuerza en los próximos días. En el documento, los gremios expresaron su rechazo a una resolución firmada la semana pasada con los Estados Unidos para habilitar “frecuencias ilimitadas” entre ambos países. Los sindicatos interpretaron la medida como una “apertura total de los cielos” y un “ahogo financiero” a las empresas nacionales. Acusaron a Dietrich de “entregar el mercado a los intereses de la industria extranjera”.
Hay más motivos que explican el conflicto sindical. Uno de ellos es la expansión de las aerolíneas low cost, que el ministro Dietrich busca impulsar. Los gremios aeronáuticos no pueden afiliar a los trabajadores de las low cost porque estas aerolíneas ya tienen sus propios sindicatos por empresa. Por eso, en el día de ayer Flybondi, JetSmart y Norwegian operaron con normalidad en el Aeropuerto de El Palomar, en contraste con el caos que se vivió en Ezeiza y Aeroparque. Además, los sindicatos del sector aseguraron que el Gobierno intenta “debilitar” y “asfixiar” a Aerolíneas Argentinas. Aunque en la cartera de Dietrich señalan que el objetivo es que la aerolínea de bandera sea rentable y autosustentable, los gremios acusan al Gobierno de entregar subsidios a las empresas low cost, que compiten con Aerolíneas Argentinas en muchas rutas domésticas.
“El gobierno no quiere que hablemos. No quieren que digan que la revolución de los aviones es un montón de gente perdiendo el laburo. Las compañías están destruidas. Abren los cielos a empresas extranjeras. Esto va terminar mal”, expresó Biró ayer en Radio Con Vos.
El Gobierno consideró que la protesta sindical se debió a motivos políticos, teñidos por la cercanía de la contienda electoral. No dudaron en vincular la protesta con el kirchnerismo, principal espacio opositor en las próximas elecciones.
“Lo que refleja esta acción es cómo el kirchnerismo busca sistemáticamente afectar todas estas cosas buenas que venimos consiguiendo. Hemos tenido otra muestra de intolerancia con la gente por parte de Pablo Biró, un dirigente kirchnerista que lo único que quiere es complicarles la vida a miles de pasajeros”, afirmó Guillermo Dietrich.
“Se han visto perjudicados más de 5000 pasajeros por tres o cinco tipos que han tomado una medida netamente política y que volvieron a tomar de rehenes a los usuarios. Esta es una medida que apunta en un solo sentido: perjudicar a Aerolíneas, la misma Aerolíneas a la que dicen defender”, expresó Luis Malvido, presidente de Aerolíneas Argentinas.
“Son medidas políticas de tono electoral porque los que las impulsan son dirigentes que vemos en las fotos de campaña con los dirigentes kirchneristas”, explicó a Télam Marcelo Cantón, director de Comunicaciones de Aerolíneas Argentinas.
No es la primera vez que ocurre que en los días previos a un fin de semana largo los sindicatos deciden impulsar una medida de fuerza que afecta al transporte aéreo. Tampoco será la última. Las asambleas son tan solo el anticipo de un futuro paro, que podría ocurrir en las próximas semanas. Por eso, los 5000 pasajeros afectados ayer deberán ser conscientes de que los gremios abrieron esta semana un conflicto que todavía está lejos de finalizar. Detrás de la disputa hay una cuestión más profunda: la redefinición de la política aerocomercial y los cambios profundos en las condiciones laborales.