Adicción a las pantallas: depresión en niños y adolescentes

Desde la irrupción masiva de la tecnología, también subieron los casos de ansiedad. Síndromes como el FOMO y el complejo «Like me» provocaron una dependencia total.

Los testimonios de los jóvenes, la opinión de los especialistas y el rol crucial de los padres ante esta pandemia silenciosa. 

La llegada de las redes sociales marcó un antes y un después en la forma de interactuar. Además de impulsar la instantaneidad y la necesidad de mostrar todo el tiempo lo que se está haciendo, dónde y por qué, generó una dependencia adictiva al celular. Sin embargo, recién ahora se están viendo los efectos físicos y psicosociales que esta transformación provocó en los niños y adolescentes.

En el libro La generación ansiosa, el psicólogo social Jonathan Haid advirtió que las plataformas trajeron consigo grandes cambios en los jóvenes de 10 a 20 años, provocados por los rápidos avances tecnológicos desde la década de 2010.

«En ese período, la vida social de los adolescentes se trasladó en gran medida a los smartphones, con un acceso continuo a las redes sociales, los videojuegos online y otras actividades basadas en internet. Esta reconfiguración de la infancia es la principal razón del tsunami de enfermedades mentales, ansiedad, depresión y autolesiones en los adolescentes y preadolescentes. Ninguna otra teoría ha sido capaz de explicar por qué las tasas de ansiedad y depresión de los adolescentes aumentaron en tantos países al mismo tiempo del mismo modo», señaló.