Un gendarme le pagó el remís a una adolescente para violarla
Se trata de un cadete de Gendarmería, quien fue visitado por sus superiores tras la denuncia y entregado a la Justicia para su imputación. Ya está preso.
Un cadete o aspirante a suboficial de Gendarmería Nacional fue conminado por sus propios superiores a entregar el arma y salir de su domicilio con lo puesto hacia la Alcaidía Judicial, al ser anoticiados de que minutos antes había violado a una joven de 15 años tras doblegar su resistencia a golpes de puño.
Lo llamativo del asunto es que el gendarme detenido había captado a la jovencita a través de las redes sociales y no tuvo mejor idea que enviarle un remise para que la buscara y la llevara hasta el lugar donde cometió el abuso, su propia casa. La violación fue precedida de una feroz golpiza.
La denuncia o queja formal la realizó el padre de la joven, quien al anoticiarse del desenlace y tras conocer el perfil profesional del sujeto se dirigió directamente a los superiores del suboficial en una sede de Gendarmería Nacional, a quienes los conminó a poner en vereda al suboficial antes de que él diera por cuenta propia con el mismo.
Con las pruebas en el escritorio, un oficial de la fuerza federal fue junto con otros integrantes de la misma al domicilio señalado por la menor, y tras unas cuantas palabras en privado el sujeto salió escoltado por la Policía de la Provincia hasta el patrullero, adonde subió esposado.
La Policía provincial ya había sido notificada por la fiscal actuante, quien ordenó detener en donde se encuentre al efectivo de la fuerza federal.
El informe
El personal policial actuante, correspondiente al sector 43 A de la comisaría 41 de General Mosconi, recepcionó a las 3 de la mañana la denuncia de Antonio D, padre de la víctima.
El hombre expuso que su hija de 15 años en horas de la noche fue contactada por un tal Rodrigo Q., quien se desempeña como aspirante o suboficial de Gendarmería Nacional.
En la denuncia queda expresado que el gendarme le pagó un remise a la joven para que lo esperara en un lugar predeterminado, y que ese lugar era nada menos que el domicilio del sujeto.
La quinceañera llegó entonces al barrio La Merced, calle España, frente a la salita, y esperó a quien la había citado.
Al llegar, el sujeto mediante amenazas la hizo ingresar a la vivienda, y una vez adentro la obligó a golpes a mantener relaciones sexuales hasta altas horas de la madrugada.
Luego la envió a casa, donde la jovencita le contó su desventura a su padre y este a las 3 de la madrugada formalizó la denuncia en la comisaría 41.
A raíz de lo expuesto la policía comunicó la novedad a la Fiscalía de Violencia de Género, que dispuso que se diera intervención a la Asesoría de Menores en Turno, secretaría de la Niñez y Juzgado de Violencia de Género.
Luego de la detención del gendarme la Justicia ordenó además que el médico legal examine a la menor y aplique el kit de profilaxis.
Fin del antidrogas
Al ser personal federal la policía se constituyó en el Escuadrón Antidrogas de General Mosconi, donde el jefe de guardia y el alférez a cargo, enterado del desempeño atroz de su subalterno, acompañó a la policía a detener al sujeto, que a esas horas dormía tranquilamente.
Según la fuente consultada, la comisión federal rodeó la casa y le solicitó al gendarme que los dejara pasar y allí le pidieron la credencial y el arma, para entregarlo en la calle con lo puesto a la policía, que lo trasladó inmediatemente a la Alcaidía. Aún no se conocen los cargos que le imputaron.