Qué es la Whatsappitis
No le agarra a todas las personas, pero cuando ataca lo hace al 100% y afecta todos los aspectos de la vida.
Corría el año 2015 cuando la doctora española Inés Fernández Guerrero describió por primera vez en la revista científica The Lancet el trastorno físico producido por el uso desmesurado de Whatsapp: la “ Whatsappitis“, que es una tenosinovitis, o inflamación del tendón y de la membrana sinovial que lo recubre. Ahora se sabe que también puede provocar secuelas en la salud mental de una persona.
En 2022, con millones de usuarios de Whatsapp en el mundo, los efectos del uso constante e incluso desmedido del servicio de mensajería se dejan ver no sólo en las muñecas de aquellos a quien se les fue la mano con el celular, sino también en la salud mental de las personas que le atribuyen su estrés o ansiedad a la hiperconectividad.
Entre los signos de una adicción al uso de Whatsapp se encuentran la falta de concentración o la imposibilidad de cortar la comunicación. Esto es particularmente evidente cuando la jornada laboral termina y la persona sigue contestando consultas desde el servicio de mensajería.
La adicción a las nuevas tecnologías “no está reconocida como tal”, explicó en 2015 Elisardo Becoña, catedrático de Psicología Clínica y director de la Unidad de Tabaquismo y Trastornos Adictivos de la Universidad de Santiago de Compostela, España.
En vez, Becoña se refirió al “uso abusivo” que se le dan a celulares y servicios como Whatsapp y Telegram, que sí terminan por afectar la salud mental y física de una persona. La población más vulnerable es la infantil o adolescente, pero puede atacar a cualquiera porque la tecnología lo que hace es “amplificar las características que tiene”.
Por eso “una persona obse