La campaña del gobierno porteño no discrimina por edades
La hija de 17 años del periodista Diego Pietrafesa recibió un mail del jefe de Gobierno porteño donde la invita a tomar un café. La violación de la privacidad, la campaña electoral y los menores de 16 a 18 años que no figuran en los padrones electorales.
“Violeta, ¿tomamos un café?”. Lo que podría ser un mensaje informal de una persona a otra fue ni más ni menos que el contenido de un correo electrónico enviado por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta a una estudiante secundaria de 17 años. El mail se envió desde una cuenta del gobierno porteño a una dirección de correo electrónico interno del colegio al que asiste la joven. A su padre, el periodista Diego Pietrafesa, no deja de llamarle la atención que un mail de carácter proselitista (el macrismo suele tener este modo de acercamiento en la era digital) fuese enviado a una menor de edad y a un correo que no dio a ningún estamento público.
“Estábamos tomando la merienda ayer cuando mi hija Violeta me dice en tono jocoso que Larreta la invitó a tomar un café, y me mostró el teléfono”, narró Pietrafesa a este diario. El periodista sacó una foto a la pantalla del celular de su hija y divulgó la imagen en Twitter, donde se viralizó. El colegio privado de Palermo al que asiste la menor tomó cartas en el asunto, luego de remarcar que no dio los datos del mail interno al gobierno porteño: el lunes constatarán si otros alumnos del establecimiento recibieron el mail.
“El correo del colegio es interno, lo usan alumnos y profesores, por eso esto es llamativo, incluso el dominio tiene el nombre de la escuela”, siguió Pietrafesa. Su hija abrió el mensaje apenas lo recibió porque es el único correo que utiliza. “La mayoría de los alumnos tienen otras cuentas, solamente abren el mail del correo en la semana por temas de estudio, por eso hay que esperar al lunes para saber si fue un mensaje masivo a otras cuentas de mail del colegio”, afirmó su padre.
A eso se suma una paradoja. Violeta Pietrafesa está entre los miles de jóvenes de entre 16 y 18 años que pueden optar al voto y no figuran en los padrones. Lo mismo que un 30 por ciento de sus compañeros de colegio. “El Estado se preocupa en tener el mail privado de mi hija, pero no de garantizarle el derecho al voto”, cerró su padre.