Empleado municipal y su hija intervienen las paredes del Cementerio

Por su propia iniciativa, solicitaron a la dirección del cementerio San Francisco Solano el permiso para llevar adelante la pintura de distintos sectores; y así agregarle “vida”. El hombre forma parte de uno de los equipos de Obras Públicas que realiza el mantenimiento del lugar y la menor tiene vocación de dibujar y pintar; además de su trabajo, también donan los materiales que utilizan; los que son comprados con el dinero que recaudan vendiendo budines.

Benjamín Riveros forma parte del equipo que trabaja en el mantenimiento y ha recuperado los frentes del cementerio municipal; se ocupan del sector interno y externo en las zonas de las avenidas Hernandaria, Marconi, Alvear y Mac Lean.

“Hay que darle gracias a los vecinos de la zona que colaboran bastante, donde también hicimos jardincito con ruedas que a las gomerías no les servían, entonces nosotros las pintamos, hicimos el jardín y los vecinos llevaron su planta; así fuimos matando los minibasurales”, resaltó.

No contentos con eso tuvieron otra idea: “Cuando llegamos hace un año al cementerio quisimos cambiar un poco la visión, porque la parte de afuera era muy opaca y estaba un poquito deteriorada y entonces nos dimos una idea distinta; entonces hablamos con la directora, le dijimos que queríamos cambiar los colores de las paredes y hoy en día estamos empezando con mi hija a hacer los dibujos”.

La hija de la que habla se llama Évelin y tiene 17 años de edad. Se sumó a la idea de su padre, no sólo poniendo su vocación por la pintura, sino también aportando a la compra de materiales con dinero que ganó vendiendo budines.

Al respecto, la joven comentó: “Nuestra idea es hacer una pintura que le ponga color a un lugar triste; nosotros queremos dar un consuelo o algo de color”.

En una de las zonas de nichos se representó una imagen conocida de San Francisco Solano; quien le da nombre al cementerio; mientras que en el exterior se realizó “un angelito para conmemorar el día de los angelitos”.

Acciones como esta demuestran el sentimiento de pertenencia de trabajadores municipales y sus familias; muchas veces no reconocido por observadores externos. Al respecto, Benjamín opinó: “Yo sé que por ahí el trabajador municipal está trabajando constantemente y justo en un descanso pasa uno, y siempre está el que grita, pero hoy en día se nota que la ciudad está cambiando bastante; también hay que agradecerle intendente, a Luis Zarabozo y a Dani Ocampo que te dejan trabajar de la manera que vos querés; y que se vea también el trabajo que se hace”.