El Estado gastará $4.300 millones para organizar las Primarias
Con la decisión de Sergio Massa de no competir a la Presidencia, las elecciones de 11 de agosto se convertirán en una suerte de primera vuelta electoral.
La confirmación de esta mañana de Sergio Massa, que oficializó su decisión de encabezar la boleta de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos, terminó de despejar las dos principales incógnitas que aún quedaban a nivel nacional, a cuatro días del cierre de listas.
La primera es la declinación por parte del líder del Frente Renovador de sus aspiraciones presidenciales, que allana el camino a Alberto Fernández como único precandidato presidencial del kirchnerismo, en compañía de Cristina Kirchner.
Ni Mauricio Macri, ni el ex jefe de Gabinete K ni el ex ministro Roberto Lavagna, por ahora los tres principales candidatos en las elecciones de este año, tendrán oponentes internos en las elecciones de agosto.
El oficialismo, ahora Juntos por el Cambios, tampoco tendrá internas el 11 de agosto. La UCR, y en particular Martín Lousteau, habían pedido en los últimos meses al Presidente que habilitara las primarias a sus socios políticos. Desde el Gobierno contestaron en insistentes oportunidades que a un mandatario “no se lo somete a internas”. ¿El resultado? Macri tampoco tendrá primarias.
Lo mismo pasa con los otros cuatro frentes que aspiran a pasar el corte de las PASO, del 1,5%, que también llevan un solo candidato: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores -que lleva a Nicolás del Caño-, el Frente Despertar -que postula a José Luis Espert-, el Frente NOS -el candidato es Juan José Gómez Centurión- y el Frente Patriota -de Alejandro Biondini-.
En las PASO del 2015, hubo dos elecciones competitivas: la de Cambiemos, en la que se dirimieron Macri, Ernsto Sanz y Elisa Carrió, y terminó con la postulación del actual Presidente, y la del frente UNA, entre Massa y el fallecido José Manuel de la Sota, que desembocó en la candidatura del líder del Frente Renovador.