Convierten millones de colillas de cigarrillos en ladrillos ecológicos
Las colillas de cigarrillos son el tipo de contaminante más abundante en las costas argentinas y este proyecto logró transformarlas en ladrillos ecológicos. Los fabrica una empresa familiar de Mendoza, a partir del desarrollo de un método de reciclaje natural, definitivo y único en el mundo. Tratan más de 5 millones de colillas por mes, que reciben de todo el país. Por ahora, sólo los venden a municipios y entidades gubernamentales para la construcción de viviendas sociales. En diálogo con Infobae, su creador cuenta cómo es el proceso.
Está en marcha una movida sustentable, en la Argentina y en el mundo. Miles de manos juntan colillas de cigarrillos en bidones y botellas plásticas. Tratan de capturar la mayor cantidad posible de pequeños filtros amarronados causantes de un enorme daño ambiental. Una sola colilla contamina entre 8 y 10 litros de agua salada y hasta 50 litros si se trata de agua dulce, por la enorme cantidad de sus componentes nocivos: nicotina, alquitrán, arsénico, plomo, hidrocarburos poliaromáticos. Además, el acetato de celulosa, un material no biodegradable encargado de absorber esas sustancias, puede tardar hasta 15 años en descomponerse.
En las playas bonaerenses, por caso, son el residuo más encontrado, según datos del Censo de Basura Costero Marina realizado el año pasado. En las calles, en general, los fumadores también las tiran al suelo. Y la lluvia las arrastra a las alcantarillas y terminan de la misma manera, en las fuentes de agua más cercanas, en ríos y mares, donde asfixian los fondos marinos y además pueden ser consumidos por muchos animales.
Dónde van a parar las colillas recuperadas
¿Qué se hace con las colillas recolectadas? ¿Qué destino final tienen? ¿En qué se convierten? En diálogo con Infobae, el creador del proyecto ecológico Cigabrick, Alexis Lemos -41 años, mendocino, ingeniero comercial y máster en logística- contó cómo nació la idea del ladrillo hecho con colillas. “Todo comenzó a fines de 2018, cuando regresé al país luego de haber vivido varios años en California, Estados Unidos, donde tomé conciencia sobre la importancia del reciclaje. Volví a mi provincia muy mentalizado en encontrar una solución ecológica y definitiva para el residuo del cigarrillo, catalogado como complejo y, además, con ganas de ayudar a mi familia que estaba atravesando una difícil situación económica”.