Abrieron dos tumbas de princesas en el Vaticano y están vacías
El misterio que rodea la desaparición de una adolescente hace 36 años se ahondó este jueves al hallarse vacías dos tumbas en el Vaticano, identificadas como sepulcro de dos princesas, pero en las que se pensaban podían estar los restos de la joven.
El Vaticano indicó en un comunicado que no solamente las tumbas no contienen restos de Emanuela Orlandi sino que tampoco los de dos princesas que supuestamente debían estar enterradas desde el siglo 19 en aquel lugar del viejo cementerio alemán de Ciudad del Vaticano.
“No se han hallado restos humanos ni urnas funerarias” dice el comunicado.
Tras haberse recibido el año pasado un enigmático y anónimo señalamiento, el Vaticano procedió este jueves a la apertura de dos tumbas del cementerio con la esperanza de hallar algún rastro de Emanuela Orlandi, hija de una empleado del Vaticano, misteriosamente desaparecida en Roma hace 36 años cuando era una adolescente.
Orlandi, entonces de 15 años, residía dentro de las murallas del Vaticano, y fue vista por última vez el 22 de junio de 1983 cuando salía de una clase de música en el centro de Roma.
Esta desaparición nunca resuelta intrigó a los italianos y suscitó una cadena de teorías y conspiraciones que involucraban a la mafia, las finanzas y el Vaticano.
Un ángel tallado en mármol con la inscripción “Descanse en paz”, como el de la fotografía, se encuentra en el cementerio teutónico del Vaticano. Tras este anónimo señalamiento, la familia interpuso una demanda de verificación de la tumba.
Finalmente, para evitar cualquier duda sobre la tumba indicada por la estatua del ángel, el Vaticano abrió este jueves dos tumbas adyacentes, donde supuestamente reposaban los restos de dos princesas muertas en 1836 y 1840. Estaban vacías.
Según el Vaticano, se están efectuando verificaciones en los archivos sobre las obras de restructuración llevadas a cabo en el viejo cementerio, algunas a fines del siglo 19, otras entre los años 1960 y 1970
La operación de apertura de tumbas de realizó de forma muy discreta en este cementerio, únicamente accesible desde el interior del Vaticano, aunque forme parte del territorio italiano.
El cementerio fue construido en el lugar que ocupaba el circo del emperador romano Nerón, escenario del martirio de varios cristianos. Pietro Orlandi, hermano de Emanuela –que desde hace años exige la verdad y criticó el silencio del Vaticano– estuvo presente en la operación, así como descendientes de las dos princesas.
El caso Orlandi había recuperado toda la atención mediática a finales de octubre después del descubrimiento de restos humanos por parte de trabajadores que realizaban obras en un edificio en Roma de la nunciatura en Italia.